En el marketing digital, el tráfico orgánico y el tráfico pagado se refieren a dos formas diferentes de dirigir visitantes a un negocio o empresa, pero con características y resultados distintos
El tráfico orgánico se refiere a las visitas que llegan a un sitio web de forma natural, es decir, sin que se pague directamente por ellas. El tráfico orgánico también puede provenir de enlaces compartidos en redes sociales, menciones en blogs u otros sitios web, correos electrónicos y referencias de otros sitios.
Tiene una mayor credibilidad y confianza por parte de los usuarios, ya que llegan al sitio de forma natural sin una influencia directa de publicidad pagada.
Requiere un esfuerzo constante en la optimización, mediante la elección adecuada de palabras clave, la creación de contenido relevante y la mejora de la estructura
Toma tiempo para generar resultados significativos, ya que depende del ranking en los motores de búsqueda y de la relevancia del contenido para atraer visitantes.
El tráfico pagado se refiere a las visitas que se obtienen mediante la publicidad de pago en diferentes plataformas digitales, como anuncios en motores de búsqueda, redes sociales, banners publicitarios, anuncios de video, entre otros.
Proporciona resultados más inmediatos en comparación con el tráfico orgánico, ya que se paga por la visibilidad y el posicionamiento en las plataformas publicitarias.
Permite una segmentación más precisa del público objetivo a través de opciones de orientación demográfica, geográfica, intereses específicos, comportamientos de navegación, entre otros.
Requiere una inversión económica para financiar los anuncios y una gestión adecuada de las campañas publicitarias para optimizar el rendimiento y el retorno de la inversión (ROI).
El tráfico pagado puede complementar las estrategias de tráfico orgánico al proporcionar un impulso inmediato y aumentar la visibilidad del sitio web.